Tranquila Mamá, todas tenemos una cruz. Unas la hacemos más visible, otras la esconden más pero todas la cargamos. Todas tenemos momentos de frustacion, de estres, de angustia, de mal genio porque la maternidad no es un libro escrito. Las situaciones se van presentado y nos toca trabajar sobre el ruedo, con presión, con dolor, con un revuelto interminable de sentimientos pero a la larga con un fin: Hacer de nuestros hijos personas de bien para la sociedad.
Mientras yo muero de angustia porque mi hijo no habla, tal vez tu mueres de angustia porque tu hijo no come. Mientras yo muero de angustia porque mi hijo no duerme bien. Tal vez tu mueres de angustia porque tiene muchos virus repetitivos. Mientras tu mueres de angustia por la entrada al colegio o por el bulling, yo la paso muy mal con mil especialistas porque mi hijo no crece. Tal vez no duermes por el reflujo, bueno otra mamá no duerme por los cólicos, otros padres esperan en la madrugada a su hijo de una rumba, otros estan en el hospital.
De pronto tu hijo te dice mentiras o tal vez tu relación de pareja no esta en su mejor momento o definitivamente ya no tienes pareja.... Tranquila Mamá, Tranquilo Papá la maternidad no es fácil. Nuestros hijos no vinieron con manual, mi hijo no es igual al tuyo, ni a su hermano, ni a su primo. Mis hijos son únicos e irrepetibles. De pronto yo llevo varias cruces livianas, tu una grande y pesada no lo sé... Pero todos la llevamos....
Es duro, es doloroso, es frustrante pero sobre todo agotante. Nadie está para entendernos, muchas veces las otras mamás nos dan más duro. Muchas veces queremos evadirlo, pero lo importante es que reconozcas cuál es tu cruz, aferrarse a ella con amor y sobre todo que le pongas todas las fuerzas del mundo para cargarla... Ya llegará el momento en que sea más liviana.
Todas escuchamos que la maternidad es divina, que un hijo es lo mejor y que no nos vamos a arrepentir. Si yo amo mis hijos, a pesar de todo los volvería a tener las veces que fuera necesario y volvería a cargar las cruces necesarias por sacarlos adelante y verlos feliz. Pero aceptar que no todos los dias son buenos, que no todos los momentos son agradables y que la maternidad tiene todas las caras es parte del proceso no solo de aceptarnos a nosotros mismos, si no aceptar que los demas son distintos y que la crianza no tiene una regla, ni un mapa que cada familia trabaja de acuerdo a sus condiciones y capacidades.
Hoy mi cruz no es completamente ligera, pero tal vez si le bajo su peso a los que era hace un año....
Hoy me siento en la capacidad de decirte que el dolor, la angustia, el estrés que estas viviendo va a pasar. En mi caso ofrezco mi cruz a Dios como fiel creyente. Ahora tú puedes ofrecerla a tu Dios o a tu vida y aferrate a que esta cruz va a hacerte más fuerte.
Hace un par de años vivía en el agotante mundo de médicos y especialistas. Mi hijo mayor afrontaba todos sus estudios para descartar Autismo (explicó todo en entradas anteriores). Mi hijo menor, padecía baja talla, bajo peso y fuertes episodios de bronquitis, nos tocaba de especialista en especialista.
Mi estrés, mi depresión no era normal. Me quería multiplicar para poder acompañarlos a los dos en su proceso, me sentía agobiada e incomprendida porque todo el mundo me mostraba su vida perfecta y yo tal vez solo veía mi miserable vida. De pronto hoy veo que todas tenemos problemas y que todas creemos que las otras mamás no. Que muchas veces juzgamos a otras mamás sin saber que pasa en el fondo o sin ni si quiera pensar por todo lo que vive.
Tal vez yo veo tu cruz ligera por que a mi no me pasa lo que a ti. O al revés lo importante hoy es decirte que mantengas la calma. Que tu serás capaz de salir de esto. Que no hay problema imposible de solucionar.
Lo más importante es aceptar y comprender nuestros hijos como únicos e irrepetibles. Es que no lo puedo comparar e ir resolviendo cada problema con calma y cada día con su propio afán... Ya en un tiempo tendrás experiencias que contar.
Un abrazo Mamá...